En el mundo de las cooperativas, los asociados no establecen comparaciones con otras entidades financieras o bancos. En realidad, lo que comparan son experiencias. Ya sean digitales o no, la experiencia que un asociado vive al interactuar con una cooperativa es el activo más valioso que esta puede ofrecer. Si la experiencia es completamente digital, se abre una gran oportunidad para capitalizar esas interacciones, fomentando su frecuencia y satisfacción.
Identificar los tipos de asociados en la Cooperativa
El primer paso para ofrecer experiencias significativas es identificar a los diferentes tipos de asociados y sus necesidades. Con este conocimiento, es posible diseñar soluciones personalizadas y posicionarlas de manera adecuada en el mercado.
Pregúntate:
¿Cuáles son las características de mi asociado?
¿Cuáles son las aspiraciones de mi asociado?
¿Qué actividades disfruta mi asociado?
Responder estas preguntas permite crear arquetipos o perfiles de asociados que identifican patrones de comportamiento. Esto facilita que la cooperativa enfoque sus estrategias y ofrezca servicios adaptados y personalizados.

Conocer más a fondo a tu asociado
Cuanto más conocimiento tengas sobre tus asociados, más capacidad tendrás para atender sus necesidades de manera efectiva. Por ejemplo:
Si sabes que un asociado tiene hijos, podrías desarrollar un producto de crédito educativo justo antes del inicio del año escolar.
Incluso podrías establecer convenios con comercios para financiar compras de artículos escolares, ofreciendo un cupo preaprobado que facilite la experiencia del asociado.
La clave para el éxito de una cooperativa radica en ofrecer experiencias memorables. Esto solo es posible entendiendo a fondo las necesidades, aspiraciones y comportamientos de los asociados. Al lograrlo, no solo mejorarás su satisfacción, sino que también fortalecerás su lealtad hacia la cooperativa.
Comments